El primer paso, muy importante, es el de seleccionar un paisaje que me motive en ese momento para plasmarlo en la obra, ya que me gusta sumergirme en él. Como ya conocéis, los temas principales de mis obras son paisajes de montaña y marinas. La elección de pintar unas barcas o un riachuelo, depende de la luz o el estado de ánimo, entre otras cosas.
Como soporte para crear mis obras utilizo el lienzo de lino, con grosor medio, enmarcado.
Una vez seleccionado el tema, lo primero que hago es un dibujo de lo que voy a pintar, ya que sin esto, se corre el riesgo de no encajar bien el trabajo de la obra y me perdería en lo que deseo hacer. Un buen dibujo y planteamiento es decisivo.
Para el boceto se puede utilizar una barrita de carboncillo, que habrá que fijar. Yo suelo hacerlo con un lápiz de mina dura procurando no marcar en exceso para que luego no se note al pintar encima. Ese dibujo ya terminado lo suelo repasar con pintura al óleo (una mezcla de ocre y azul, que da como resultado un color verdáceo) disuelta en esencia de trementina y aplicada con un pincel del nº 0. Lo dejo secar 48 horas y ya puedo comenzar a aplicar el óleo.
En esta segunda sesión, comienza la fase de manchado, que consiste básicamente en delimitar las diferentes zonas de color y luz/sombra con óleo muy diluido (utilizo como diluyente esencia de trementina y NO utilizo aceite de linaza). Esto me permite hacerme una idea de la obra en su conjunto, con las tonalidades que quiero darle y facilita el agarre del óleo al lienzo, además de evitar que con el tiempo el óleo se agriete. Dejarlo secar.
La regla fundamental de pintar al óleo es pintar graso sobre magro, las razones son: Los aceites secadores utilizados en la fabricación de la pintura no se evaporan, si no que se secan y endurecen al ser expuestos al aire. Este proceso lleva de 6 meses a 1 año para estar seca la obra completamente y durante dicho proceso, la superficie de la pintura se encoge ligeramente.
Si la pintura más fina se aplica sobre una capa más oleosa (pintura sin disolvente) la capa superior secará antes de que la inferior haya terminado de secarse, lo que puede producir que la capa más fina se cuartee.
En cuanto a los brillos hay que recordar que hay colores y marcas más brillantes que otros/as. Otro factor a tener en cuenta es si estamos utilizando como disolvente algún médium para pintar que suelen dar algo de brillo.
Para resolver el problema de brillos, creo que lo mejor es aplicar (una vez seco el cuadro) una capa de barniz que además de proteger la obra unificará los colores. Si no gusta el brillo se puede utilizar barniz satinado.
Obra fimalizada.
Barcas de Vela.